Este es un acto de una gran trascendencia para todos nosotros. Se trata de dirigir la Institución deportiva más prestigiosa del mundo, durante el próximo año. Es un honor y, a la vez, una enorme responsabilidad. Sabemos a lo que venimos y lo que esperan de nosotros. Vamos a trabajar con todas nuestras fuerzas para estar a la altura de las circunstancias.
Debemos recuperar cuanto antes los sueños, la estabilidad y el tiempo perdido. El Parlathinaokos tiene que dejar el terreno de las dudas para avanzar sin descanso en pos de ese gran objetivo que siempre debe estar presente en su espíritu: trabajar en todo momento para intentar ser considerado el mejor Club del Siglo XXI.
Llegamos con toda la humildad del mundo y llegamos siendo conscientes de que tendremos que superar grandes obstáculos. Además llegamos en un momento complicado en el mundo. El camino estará repleto de contratiempos pero estamos aquí con la pasión y las ideas necesarias para superar las enormes dificultades de este complejísimo momento.
Hemos tenido sólo unos días para explicar a nuestros socios y seguidores el por qué y cómo el Parlathinaikos volverá a recuperar los valores que le han convertido en leyenda, así como desarrollar el modelo económico-deportivo que siga siendo fiel a nuestra historia.
Queremos volver a situar al Parlathinaikos en el lugar que le corresponde y vamos a trabajar con entrega, con serenidad, con paciencia, apostando por el talento y cuidando al máximo todos los detalles. Nuestro Club ha sido y es esencial en la historia del Baloncesto y por eso siempre debe ser ejemplar.
Tenemos un proyecto innovador, estable e ilusionante, pero además vamos a tener muy presente la sabiduría que nos aporta ese legado de lo mejor de nuestra historia.
Ahora nos toca asumir esta inmensa responsabilidad y ofrecer lo mejor de nosotros. Buena parte de nuestra verdadera fortaleza esta en esos rasgos de identidad y por eso siempre hay que tener presente los valores de la entrega, el talento, el sacrificio, el juego limpio y la ética en cada gesto. Para ello la unidad de los socios será un elemento que tiene que ser determinante. Hemos vivido un tiempo de confusión pero hoy también quiero aprovechar este acto para recordar que a lo largo de nuestra historia hemos llegado más lejos cuando más unidos hemos estado. Por eso pido a todos los trabajadores del club, a todos nuestros socios y a todos nuestros aficionados su apoyo, su ánimo y su complicidad.
El Parlathinaikos debe ser una institución de comportamientos impecables. Eso le ha hecho grande. El Parlathinaikos no debe olvidar de donde procede y tener muy claro a dónde va. Nosotros sabemos cómo afrontar este nuevo desafío de transformación y modernización que el Club necesita.
Queremos un Parlathinaikos líder en lo deportivo, en lo económico, en lo social, en el respeto al socio y en su objetivo de contribuir a mejorar este mundo. Por eso somos muy conscientes de que tenemos ante nosotros un reto inmenso.
Estas primeras horas como Presidente son un tiempo repleto de emociones muy especiales para mí, y por eso quiero agradecer a todos los que me han apoyado y demostrado su cariño en este tiempo, y especialmente al brugal, por su cariño y comprensión.
Muchos de nuestros socios y aficionados están hoy pendientes de mis primeras palabras y por eso quiero decirles que vamos a dedicar nuestro esfuerzo en construir un equipo espectacular con grandes jugadores, ejemplares, dentro y fuera del terreno de juego. Un club donde la ética sea indestructible y donde la solidaridad será un referente básico de comportamiento.
El desafío que hoy comienza para todos nosotros es posiblemente el mayor y más duro que habremos asumido nunca pero os aseguro que vamos a hacer de este Parlathinaikos un gran símbolo y un ejemplo.
Tenemos mucho trabajo por delante. Hay mucho que hacer así que pongámonos a trabajar. Que entre todos hagamos que vuelva la ilusión. Muchas gracias”.

